Buscar este blog

sábado, 8 de septiembre de 2012

EL MIEDO EN LA ESCALADA

Estamos escalando en montaña, una vía larga, dura, con pocas posibilidades de escape y en un sitio alto y alejado de la civilización, cuando de repente, negros nubarrones empiezan a arremolinarse sobre nosotros. ¿quién no tiene miedo en una situación así? Lo primero que pensaremos es que hay que bajarse cuanto antes; como las posibilidades de poder salir de ahí de forma segura son bajas, empezaremos a angustiarnos. Quizá cometamos más errores que de costumbre, la ansiedad no nos dejará pensar claramente: queremos salir de ahí y que no nos caiga un rayo... Si se desata la tormenta con nosotros aún en pared, vamos a pasar un rato muuuy entretenido, luchando contra nuestro miedo; si además, la vía está en nuestro límite, tenemos todas las papeletas para una situación de las que marcan, ya que tardaremos aún más tiempo en salir, estando expuestos durante más tiempo...
Según la RAE, el miedo es la perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Esto es, cuando percibimos una situación de riesgo nuestro ánimo y nuestras acciones se ven afectados por esa emoción. Todos lo hemos sentido alguna vez escalando o en la montaña, y por supuesto en muchas otras situaciones: antes de un examen, viendo una peli de 'sustos', o en la carretera; todos sentimos miedo en determinadas situaciones, y el que diga lo contrario está mintiendo como un bellaco.
Es así, el miedo es un mecanismo de defensa del organismo que evita exponernos a situaciones que podrían matarnos, y como tal, forma parte de todos nosotros. Lo que es diferente para cada uno es el 'umbral' al que se dispara este mecanismo. Es decir, cuándo empezamos a tener miedo y qué es lo que nos lo causa. Para unos, alejarse 30 cm del seguro sin poder meter otro ya será una situación tensa; para otros, la tensión vendrá por escalar en roca descompuesta, por que caiga un alud, por que se rompa la cuerda o por caer y hacer una cremallera que arranque hasta la reunión. Incluso hay gente que tiene miedo de lo que pensarán otros de su actuación o de su forma de escalar... En todos estos casos, se trata de salir de nuestra zona de confort lo que nos causa miedo.
¿Es lo de más arriba lo que nos causa miedo?
Lo que hay que tener claro en ese momento, es si esa situación que nos asusta es factible, y qué posibilidades REALES hay de que se produzca. Si es posible que ocurra eso que tememos, hay que poner todos los medios (técnicos, tácticos, físicos, psicológicos y materiales) a nuestra disposición para evitar que ocurra, y si aun así esa situación escapa a nuestro control, asumir lo que nos puede pasar y liberar la mente de esa angustia. De esta manera, soltamos un lastre que nos puede hacer fracasar, pero hay que hacerlo antes de que el miedo nos bloquee y seamos incapaces de actuar.
La única solución eficaz para superar nuestros miedos es enfrentarnos a ellos, poco a poco y en entornos controlados. Si nos da miedo caernos, podemos practicar caídas controladas progresivamente más largas para saber a qué nos enfrentamos. Si nos da miedo arrancar todos los seguros del largo en una caída, lo mejor que podemos hacer es formarnos, aprender todo lo posible, y practicar la colocación de seguros flotantes siempre que se pueda. Buscando bien, encontraremos una solución para cada uno de los miedos que nos angustian a diario, y poder salir de nuestra zona de confort, ampliándola de esta manera.

Para saber más:
-Guerreros de la roca. Arno Illgner. Ed. Desnivel. Este manual es buenísimo para el tema que nos ocupa. No os lo perdáis.
-Entrenamiento para escalada. Eric Hörst. Ed. Desnivel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LOS COMENTARIOS ALIMENTAN MI BLOG. Deja el tuyo acerca de esta entrada. Responderé a la mayor brevedad posible Gracias.