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martes, 3 de enero de 2012

EL PIOLET-SOMIER

De piedra me quedé al leer esto en Desnivel.com. La noticia es algo antigua (17 de noviembre de 2011), pero no tiene desperdicio:
"Un escalador de nacionalidad italiana fue rescatado por el Servicio de Montaña de la Guardia Civil después de que quedara atrapado a unos 2.800 metros de altitud en una de las laderas del Mulhacén en Sierra Nevada, en el paraje conocido como Chorreras de la Mosca (...)"
"Ayer era una cama" (Foto Nevasport)
Imagino que muchos ya lo habréis leído por ahí, una persona (inexperta y temeraria, por lo visto) se enrisca en una montaña, con una vestimenta y un equipo del todo inapropiado (iba en chándal, sin crampones, y con la 'herramienta' que aparece en la foto...), y llama al 112 para que vayan a rescatarle. El sujeto en cuestión entró en el foro días después, para contar la experiencia en primera persona, lo cual me parece muy valiente por su parte... Afortunadamente, no pasó nada, y el protagonista puede contarlo.
Después de leerlo en Desnivel, estuve buscando en  Nevasport y en Foropicos. Aunque en ambos foros se trata el tema como si fuera un chascarrillo, en Nevasport se habla con algo más de rigor; no me gustó nada la frivolidad con que se trata en Foropicos, no creo que sea un tema frívolo como para bromear con él. Así nos va, frivolizando sobre los accidentes, los muertos o cualquier otra cosa...
Y ya que sale el tema, también hablaré de ello: preguntando en Foropicos por los cursos de la Federación Asturiana de Montañismo (por motivos que no vienen a cuento, ya que soy Guía Acompañante), las respuestas que obtuve me dejaron picueto: los montañeros veteranos no le ven ninguna utilidad a los cursos técnicos impartidos por profesionales; de hecho, me aconsejaban arrimarme a avezados montañeros, cuya experiencia y conocimientos son, cuando menos cuestionables, ya que según ellos 'en ningún curso te van a enseñar nada; donde se aprende es metiéndose en marrones...'. Esta actitud, junto a la manía de pensar que uno mismo puede fabricarse su propio material (pues así lo hacían antes, ¿no?), me parece muy peligrosa.
Lo plantearé de otro modo: el que más y el que menos sabe nadar. ¿Cuántos de vosotros habéis aprendido a nadar por vuestra cuenta? Es decir, tirándose al agua sin tener ni puta idea, sin un apoyo ni un consejo de alguien que se dedique a ello profesionalmente. Seguramente, la gente de mi edad (cumpliré 34 en 3 semanas) y más jóvenes, e incluso mayores que yo, han aprendido yendo a cursillos, empezando desde cero y progresando con esfuerzo y dedicación (o sin ellos). Pero a nadie se le ocurre ir a lo loco, meterse en lo más hondo y esperar aprender así.
¿Por qué seguimos siendo tan reacios a recibir formación específica de un profesional, y nos fiamos tan alegremente de nuestro amiguete (en el mejor de los casos), o de un fulano al que no conocemos de nada (o de un foro, que para el caso es lo mismo),  pero que nos jura haber escalao la Oeste del Naranco? En los países del arco alpino, es habitual contratar los servicios de un guía profesional para realizar actividades que se salen de lo normal, o para recibir instrucción específica en otras técnicas que no se dominan.
¿Por qué seguimos pensando que uno sabe más que un profesional, o que ese profesional no nos va a enseñar nada? Así nos luce el pelo, frivolizando sobre los accidentes en montaña, y dándole más trabajo a la Guardia Civil y a los Bomberos. No se federa ni Dios, y encima nos quejamos porque quieren cobrar los rescates en montaña. Así, cosas como el piolet-somier no deberían sorprendernos...
En fin, como en otros aspectos de la vida, tenemos lo que nos merecemos. Ni más ni menos.

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